Mario Prada, fundó la reconocida firma de moda italiana en 1913, con el nombre de Fratelli Prada (Hermanos Prada).
En poco tiempo regentaban dos tiendas en la ciudad de Milán. Dedicándose en ellas a la fabricación de maletas, bolsos, baúles y zapatos.
Las maletas Prada, confeccionadas con una resistente piel de morsa, eran demasiado pesadas y dejaron de ser óptimas para las necesidades de los viajeros. Por ello, se enfocaron en el diseño de accesorios, bolsas de mano y maletas más ágiles que las anteriores, esta vez confeccionadas en cuero resistente al agua.
La firma, pronto logró una buena cartera de clientes, en Europa y Estados Unidos.
La nieta del fundador se incorpora a la dirección de la empresa, en 1978. Miuccia transmitió un sentido estético y novedoso a la firma, basado en el Prêt-à-Porter de lujo.
En 1985, la firma diseñó el que sería el clásico bolso Prada, confeccionado a partir de nailon negro, liso y sencillo, a la vez que robusto y funcional, marcado con un estilo propio.
La estrategia de venderlo a un precio elevado hizo posicionar al ahora icónico bolso Prada. Convirtiéndolo hoy, en un accesorio imprescindible en un armario de lujo.
En 1989, la firma presenta la primera colección Prêt-à-Porter, tras su anterior éxito, continúan en la misma línea y crean prendas confeccionadas con materiales lujosos, tremendamente elegantes, a la vez que simples y de colores básicos.
En la década de los 90, Prada alcanzó la fama mundial y se identificó por su exclusividad. A día de hoy, la firma continúa en lo más alto.
En 1992, Miucca, lanzó la marca Miu Miu, una firma destinada a un público más juvenil e informal, con unos precios más asequibles.